tag:blogger.com,1999:blog-5449651499908452425.post4089200663644063272..comments2023-02-26T02:52:38.736-08:00Comments on Pedro Amorós Juan: CinemaníaUnknownnoreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-5449651499908452425.post-33930860112240887792009-10-06T11:30:12.133-07:002009-10-06T11:30:12.133-07:00Querido "No soy Stiller", ya sabes que c...Querido "No soy Stiller", ya sabes que coincidimos en nuestro desprecio a las "actuales" maneras de filmar (la cámara zumbona, la fotografía granujienta...). En la segunda parte del comentario planteas un tema que daría para un ensayo: "la dramatización de la imagen", que daría pie a escribir sobre diferentes temas tales como la repetición de planos como valor estético, la dualidad, la doble oportunidad y toda una serie de cuestiones que tienen realce en el cine clásico y en algunos directores actuales (sólo unos pocos, por desgracia). Sólo hace falta "ponerse" manos a la obra.<br />Saludos, Notorius.notoriushttps://www.blogger.com/profile/01179286602826625930noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5449651499908452425.post-48235904971465976952009-10-01T12:20:24.329-07:002009-10-01T12:20:24.329-07:00VER LO QUE SE VE (II)
Hablas de la importancia de...VER LO QUE SE VE (II)<br /><br />Hablas de la importancia de la puesta en escena. Yo iría mas lejos –o más cerca, según se mire- y hablaría de la “dramatización de la imagen”. Dicho de forma menos pedante: Ver algo, lo que sea, cuesta más de lo que creemos. Para apreciar cualquier cosa en pantalla, un gesto de un personaje, una acción, es necesario previamente limpiarlo, aislarlo, iluminarlo, dramatizarlo, estilizarlo –caricaturizarlo incluso-. Es decir, pecar contra la iglesia del Realismo. Buñuel decía en sus memorias que para veamos a alguien en pantalla bebiendo de un vaso –una acción trivial- debía llevarse el vaso a la boca al menos dos veces. Reparemos en un hecho muy corriente: cuando nos muestran en algún video una primicia televisiva, la grabación de un aficionado o cualquier documental de rabiosa actualidad –a la actualidad debe haberle mordido alguien para estar así-, el sonido y las imágenes originales suelen ir acompañadas de explicaciones añadidas, sin las cuales muchas veces no alcanzamos a entender lo que supuestamente es la pura realidad. Parece ser que la dichosa realidad es demasiado cruda, demasiado tosca para poder ser percibida sin un filtro. Ese filtro es el cine.<br />A veces, en su afán de dramatizar esa realidad que se nos escapa, algunos cineastas llegan a repetir no sólo imágenes, sino escenas completas de una película, momentos culminantes imposibles de abarcar con una sola visión. En la película “Vértigo”, de Alfred Hitchcock, el detective Scottie sube dos veces a la torre de la iglesia de la misión. La primera de ellas, el vértigo que padece le impide salvar a Madeleine, la mujer a la que vigila y de la que se ha enamorado. En una segunda oportunidad, al final del film, vence ese vértigo pero pierde definitivamente a la mujer que tan trabajosamente consiguió “resucitar”. En “El hombre que mató a Liberty Valance”, el despiadado forajido muere dos veces ante nuestros ojos. Creemos, en primera instancia, que lo mata Ramson Stoddard -James Stewart, como en la película de Hitchcock, encarna al héroe frágil-, el heraldo del orden, de la ley y la civilización. Ford nos muestra la amarga realidad presentándonos la escena desde otro ángulo. Quién ha matado en realidad a Liberty Valance es Tom Doniphon. El triunfo político de Stoddard, por muy noble que sea su causa, se basa irónicamente en una mentira. La verdad –parece decirnos Ford- es violenta y debe ser encubierta con el mito.No soy Stillerhttp://stillerlandia.blogspot.comnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5449651499908452425.post-90038225113610963992009-10-01T12:18:26.253-07:002009-10-01T12:18:26.253-07:00VER LO QUE SE VE (I)
Acabo de constatar, Pedro, q...VER LO QUE SE VE (I)<br /><br />Acabo de constatar, Pedro, que tu crónica del libro de Michael Herr sobre Kubrick no es sino un MacGuffin. Y es que cualquier excusa es buena para hablar de cine, incluso un libro de cine. A las primeras de cambio sacas a colación el libro de Evan Hunter, guionista de Hitchcock. Y no debe ser casual. Tanto Hitchcock como Kubrick son dos cineastas eminentemente visuales, lo cual puede parecer una perogrullada pero no lo es en absoluto. El propio director inglés, en su famosa entrevista con Truffaut, señalaba que muchos directores –algunos, celebres- se limitaban a fotografiar conversaciones. Así pues, ya en los años cincuenta, estos cineastas se lamentaban de la pérdida progresiva del arte de narrar visualmente, que se había desarrollado con los orígenes del cine y se había ido atrofiando con el cine sonoro. ¿ Qué dirían estos directores si viviesen hoy ? Quizá añorasen a esos otros directores que, al menos, filmaban conversaciones que podían verse y entenderse. Y es que con las maneras actuales de filmar, marcadas por la paradigmática cámara zumbona y por la omnipresente fotografía granujienta, los pobres espectadores somos incapaces de distinguir nada, ni detalles, ni rostros, ni acciones, ni escenarios; si entendemos algo, ocurre en nuestra imaginación, porque ver, lo que se dice ver, no vemos un pimiento.No soy Stillerhttp://stillerlandia.blogspot.comnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5449651499908452425.post-40277918420118431212009-09-27T03:57:51.745-07:002009-09-27T03:57:51.745-07:00Como ya hemos comentado algunas veces, querido Dav...Como ya hemos comentado algunas veces, querido David, nuestras ideas sobre el cine van de la mano: la fascinación por "The Searchers" (antes de morir José Luis Guarner creo que pidió que le pasaran esta película), la obsesión por el western, el desinterés por la acumulacion de nombres y datos en las películas, la fascinación por la seducción de las imágenes. Es interesante lo que comentas a propósito de Ford, Mann, Daves, porque lo que hacen es construir una historia y una imagen de Norteamérica a la medida de sus ideas. Pero ¡qué más da el realismo¡ Pues a fin de cuentas habría que preguntarse primero qué es el realismo. Recuerdo ahora cuando estudiaba cine. Existía una leyenda en torno al malogrado y estupendo cineasta Antonio Drove. Se decía que cuando daba una charla sobre cine no importaba el tema de la conferencia. Al final siempre acababa hablando de "Centauros del desierto". Yo tuve ocasión de comprobar personalmente que la leyenda era cierta. ¡Viva el cine -sobre todo el bueno-¡ Saludos, Notorius.notoriushttps://www.blogger.com/profile/01179286602826625930noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5449651499908452425.post-90981909005468200702009-09-22T09:02:32.653-07:002009-09-22T09:02:32.653-07:00No creo que películas como estas a las que te refi...No creo que películas como estas a las que te refieres se conviertan en polvo dentro de sus latas. La maestría de Hitchtcok no está en la pulcritud absoluta a la hora de atar cabos narrativos. ¿Por qué un falso avión fumigador para matar al igualmente impostado George Kaplan? ¿No es muy forzado eso de huir por las esfinges presidenciales del Monte Richmond?... Y así podemos perdernos por tantas y tantas preguntas como los espectadores con mentalidad de escrupulosos lectores de Agatha Christie han perdido el tiempo haciendo ante las películas de Hitchcock, de Ford, de Welles... ¿Quien quiere ser "realista"? En todo caso yo prefiero que el creador sea honesto, como me lo parece a manos llenas -me refiero a un estreno del momento- "Frozen river", que termino de ver ayer mismo y que les recomiendo entusiasmado. Hay algo metafórico en The Birds, un efecto de ilusión que, dejando abiertas todas las posibles preguntas, establece magistralmente los parámetros de su propia fascinación. Nunca ha mentido tanto el arte como en el western. Pero es que justamente lo que hoy denominamos cine es en gran medida hijo de todo el aprendizaje que se deriva del cine del Oeste. Y sin embargo, el siglo XIX en Norteamérica no era -según explican los historiógrafos- como nos lo han contado Mann, Ford, Daves, Sturges, Hawks. El mejor film jamás realizado -The searchers- contiene considerables desfases temporales e imprecisiones que denotan cierto descuido. No pretendo decir que la narración sea irrelevante, al contrario, este film es un prodigio de ritmo narrativo. Pero cine es sobre todo, como tú dices, puesta en escena. Es una puesta en escena, una propuesta, un enfoque hecho imágenes en movimiento. <br /><br />Cualquier mediocre serie de policías actuales tipo CSI te desborda con datos que aniquilan cualquier deseo de "apertura" del relato. No hay efecto ilusorio, solo una gelidez de muerte, como los cadáveres que impúdicamente exhiben para divertir a los niños. Son relatos "perfectos, acabados, sin cabos sueltos... pero carecen completamente de lo que tiene el cine de un maestro como Hitchcock: seducción. ¿Es creíble que la protagonista de Notorius ayude a la CIA por amor a la democracia? Probablemente no, pero perderé poco el tiempo lamentándome por ello. Yo me quedo con esos segundos interminables en los que el protagonista baja las escaleras con ella cogida del hombro ante la mirada impotente del grupo de criminales nazis.Eso es seducción. O la cara de Bette Davis -fíjense qué cosa tan tonta- cuando, al inicio de All about Eve el público de la gala aplaude el premio que Eva acaba de recibir... Eso tiene una fuerza monstruosa, se graba en la mente para siempre a poco que uno tenga mínima sensibilidad. El cine es grande por ello.David P.Montesinoshttps://www.blogger.com/profile/00170971252950457688noreply@blogger.com