tag:blogger.com,1999:blog-5449651499908452425.post7679082372773482371..comments2023-02-26T02:52:38.736-08:00Comments on Pedro Amorós Juan: Marcel ProustUnknownnoreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-5449651499908452425.post-48819447607214335972009-10-23T11:27:33.559-07:002009-10-23T11:27:33.559-07:00Hay dos ideas que sugieres en el texto que me indu...Hay dos ideas que sugieres en el texto que me inducen a pensar. La primera es que la anámnesis recorre "En busca del tiempo perdido" y la mayor parte de las mejores novelas; la segunda es la sensación de que no podemos desembarazarnos de nuestro pasado. <br />Saludos. Notorius.notoriushttps://www.blogger.com/profile/01179286602826625930noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5449651499908452425.post-77671366581792185542009-10-16T23:56:36.340-07:002009-10-16T23:56:36.340-07:00Leyéndote me pregunto si es realmente tan fácil di...Leyéndote me pregunto si es realmente tan fácil distinguir entre "el hombre que soy" y "el hombre que recuerdo". Diríase que este último es rastreado a través de un esfuerzo que empieza por la inducción sensitiva de una madalena en el té, y que el resultado de todo ese esfuerzo plasmado en una extensísima escritura es una cierta forma de fracaso, pues se comprueba que el mundo quiere reencontrar ya no existe. Ello no se debe solo a la transformación exterior, sino más bien al mudar de la mirada que se ha ido produciendo en el que busca, pues la suya ya no es -por más que quiera- la mirada del niño. Pero esto no resuelve mi duda. En parte porque el sentido del esfuerzo de anámnesis que es En busca del tiempo perdido -es raro que una buena novela no tenga mucho de eso, de rastreo de ciertas reminiscencias más o menos inconexas- no cae en saco roto, dado que el investigador no es el mismo que cuando empezó. Ha llegado al mismo punto, sí, a la misma nada si se quiere, pero su yo es nuevo, pues está atravesado por toda una experiencia interior que nunca había hecho antes y que, ciertamente necesitaba. Pero, sobre todo, es que el hombre que recuerdo no son solo "recuerdos", no solo es esa memoria consciente que cobra sentido a partir de un cierto relato nunca completamente fidedigno pero constitutivo de un yo tolerable para uno mismo. No me pondrá más freudiano de la cuenta, pero no sé qué yo en mí es recordado y cuál real... Sospecho que mi mundo está hecho a partir de primeras impresiones de las que ya no puedo desembarazarme porque ni siquiera soy capaz de identificarlas. Rastros de la infancia se desprenden de nuestra conciencia y necesitamos siete novelas enteras para que nos ajusten las cuentas, pero hay otros, en capas aún más profundas, que quedan ahí para siempre sin remedio. No podemos librarnos de ellos ni aunque quisiéramos, constituyen un territorio mítico desde el cual, por racionales y adultos que nos creamos, seguimos mirando la vida. El espacio de la infancia no se recupera nunca porque nunca ha dejado de estar presente...David P.Montesinoshttps://www.blogger.com/profile/00170971252950457688noreply@blogger.com