
Ninguno de los primeros poemas de Pastor tiene un contenido político. Son versos de contenido amoroso, sensual en ocasiones, rayando a veces en una cierta misoginia. No obstante, en la época en la que estaba estudiando medicina en Valencia -época en la que coincide con escritores de la Renaixença escribiendo poesía lírica en valenciano-, Pastor se deja llevar por la defensa de los ideales republicanos tras la revolución de 1868 en una serie de magníficos escritos. Esta posición política dura poco tiempo, pues tras volver a su pueblo natal (Beneixama en Alicante) Pastor se muestra como un hombre de talante conservador y católico. Sanchis advierte de la dificultad que presenta tratar de explicar este cambio de ideas políticas. Pero aporta el siguiente razonamiento: “Podem pensar que tal volta els ideals republicans es van tornar incompatibles amb la fe catòlica que Joan Baptista professava i que finalment va triomfar la religió per damunt de la política”. La lucha contra los ideales ilustrados es una manifestación más del posicionamiento conservador de Pastor.
El autor lanza algunas hipótesis sobre las pocas cuestiones controvertidas en la vida de Pastor. Es así, por ejemplo, que explica el reconocimiento de la Academia literaria de la Arcadia en Italia como una propuesta posiblemente del cardenal Payá, vecino de Beneixama, como Pastor. También se encarga de recalcar el tema de la unidad de la lengua catalana-valenciana, un aspecto que no ponía en duda ninguno de los miembros de la Renaixença, ni Llorente, ni Llombart, ni el mismo Pastor. De hecho, Sanchis habla de una identificación de Pastor con la lengua catalana. Encuentra, asimismo, en una frase la posible justificación del desinterés del poeta por la novela: “Yo no concedo”, dice Pastor, “ni directa ni indirectamente a la novela en general, y en particular a la naturalista, el poder docente que sus admiradores le regalan”.
Uno de los temas más sugerentes del libro es la polémica contra el naturalismo. Los ataques del “poeta” a este movimiento literario encabezado por Zola se especifican en un ensayo La novela moderna. Cartas críticas, posiblemente la obra más conocida e interesante de Pastor. En sus páginas el naturalismo es definido como “una evolución oportuna del realismo, pesimista e inmoral en el fondo, antiestética en la forma y tendenciosa en sus fines”. El idealismo de Pastor sin duda alguna choca con los postulados del naturalismo, pero el “poeta” no se arredra ante nada, aún sabiendo que le esperaba el olvido de la posteridad. A pesar de todo, seguía confiando en la victoria de la tradición frente a lo que denominaba “razón sectaria”.
