martes, 31 de mayo de 2016
Los huéspedes
Los huéspedes (Ediciones Irreverentes,
Madrid, 2016), segunda novela de Pedro Pujante, afianza la trayectoria del
escritor murciano en la construcción de discursos narrativos definidos por la
impostura y la ficción sin límites. Siguiendo la línea trazada en su anterior
novela, El absurdo fin de la realidad, Pujante
parece dispuesto a diluir las fronteras entre realidad y ficción, entre mundo
imaginado y soñado. El protagonista de Los
huéspedes es un escritor (igual que en su primera novela, no es
casualidad), Roberto Hernández, que lleva una vida anodina en Torrevieja y que
recibe una invitación para la participación en un simposio de literatura
misteriosa, secreta, en un pueblo perdido de Extremadura, en Higueras (en El absurdo fin de la realidad el
protagonista vive en Orentes). Todo resulta muy
extraño desde el principio. Una vez en el pueblo, Roberto Hernández conoce a
otros escritores invitados al evento, escritores poco conocidos, que viven en
soledad y que coinciden en un lugar aislado del mundo, hasta cierto punto
incomunicado. La presencia de Rocío Ramos, una escritora de Orentes, nos
retrotrae automáticamente a El absurdo
fin de la realidad. El inicio del simposio literario deriva en una especie
de locura futurista en la que se combinan los viajes en el tiempo, los
desdoblamientos, las realidades alternativas y las clonaciones. Nada es lo que
parece. La novela se asemeja en este sentido a una suerte de diario de los
acontecimientos que se suceden en Higueras, un desvelamiento progresivo de los
misterios que acaecen en el pueblo. El relato está de este modo plagado de
revelaciones que el lector va asimilando progresivamente y que Pujante va
dosificando con el objetivo de hacer avanzar la historia. A través de la
aventura que se despliega en Los
huéspedes descubrimos que Higueras es una construcción artificial, el
producto de un científico loco, un tal doctor Faustino, cuya idea original es
la clonación del escritor Francisco Umbral, una especie de experimento
científico y literario, de amor por la literatura en realidad. Por si esto
fuera poco, un salto temporal en la novela sitúa a los personajes en el siglo
XXIII, sin memoria de lo vivido. Un mundo artificial se ha desplegado en las
profundidades de Higueras, un mundo lleno de peligros. Es como si hubiese
tenido lugar un nuevo desdoblamiento de la realidad.
Fantasía literaria que narra un experimento científico, Los huéspedes es una farsa repleta de
humor, un artificio que gira sobre la idea de simulacro, de imitación, de
espejismo. El desdoblamiento de la historia, la repetición de elementos y los
giros constantes en la narración envuelven la novela y convierten a Los huéspedes en un artificio literario
que provoca una extraña sensación de ensoñación.
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