jueves, 30 de junio de 2016

Doble fuga de amor y muerte

Publicada en Francia por La Nerthe en 2013, Doble fuga de amor y muerte (Periférica, 2016) es una nouvelle inédita de Jean Legrand, escrita seguramente hacia 1940, que cuenta con un pequeño anexo del autor, un artículo titulado “El nacimiento del amor”, que contribuye a arrojar algo de luz sobre el contenido de la novela. Conocido en el ambiente literario de los años 40 por su actividad editorial, Legrand publicó en esa década una trilogía de novelas en la editorial Gallimard. Aglutinador de un movimiento denominado el “sensorialismo”, Legrand se recluye en los años 50 en las inmediaciones de Montpellier, se aísla hasta convertirse en un escrito mítico. Precisamente, Doble fuga de amor y muerte cuenta la historia de un aislamiento, el nacimiento del amor entre Ange y Nin en una suerte de paraíso perdido. Cuando se lee esta sugerente y extraordinaria nouvelle se tiene la sensación de que Ange y Nin están solos en el mundo, rodeados únicamente por una naturaleza luminosa.  
            Nin observa, a la luz de una lámpara, una rosa mientras trata de captar la belleza, que se hará más evidente a la luz del día. En la cama de una habitación retozan los dos amantes, mientras en el exterior, en una especie de paraíso, se despliega la primavera. Parece existir una íntima relación entre lo que ocurre en la habitación y en la naturaleza. Amanece y la luz está cambiando. Legrand parece describir el cúmulo de sensaciones que se agolpan mientras Ange y Nin disfrutan de la llegada de la primavera, de la presencia de la mañana. El canto de los pájaros, el río que se intuye y el sonido de la naturaleza contribuyen a crear un ambiente idílico matizado por ciertos pensamientos funestos que se alternan en la narración.
            En Doble fuga de amor y muerte, Legrand reflexiona en voz alta sobre la belleza, sobre el amor entendido como pasión, como éxtasis, como vivencia de los sentidos, el amor “no como una generación ciega de la especie, sino como una renovación de los seres que viven ahí, ahora, sin preocuparse por su muerte, ni por su descendencia, ni por su más allá”, mientras la imaginación, en palabras del autor, juega en varios campos sensoriales.
            La nouvelle tiene un claro sentido aforístico, poético. Las palabras restallan como un auténtico vendaval de los sentidos al tiempo que sobrevuela una idea anunciada por el autor, la impresión de que “la naturaleza no es nada sin la mujer amada”.